Mirada Carmesí
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Evopixel :: Zona Libre :: Roll & Fantasy
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Mirada Carmesí
hola despues de tanto tiempo
hoy quiero compartir esta historia que e estado lellendo estos dias
en lo persona pocas cosas me gustan leer pero
esta historia es muy interesante ademas que creatiba
Capitulo #1
Capitulo #2
Capitulo #3
Capitulo #4
Capitulo#5
hoy quiero compartir esta historia que e estado lellendo estos dias
en lo persona pocas cosas me gustan leer pero
esta historia es muy interesante ademas que creatiba
Capitulo #1
- Spoiler:
Un gato es un gato…
-Oh!-Exclamo mientras lo observaba.-Un gato negro…
La pequeña criatura yacía tendida sobre su costado en la acera fría, su pelaje se veía sucio y su cuerpo se encontraba magullado, la joven lo observaba acuclillada, sus bellos ojos color ceniza no se apartaban de la figura negra, no parpadeaba, no se movía en lo mas mínimo, su mirada se perdía en la infinita negrura de aquel pelaje, de una manera automática, prácticamente fuera de si, llevo su mano hacia el pecho aun tibio del animal.
Bueno…sigues vivo.-Pronunciaba a la vez que movía un poco los dedos sobre el pelaje, de pronto sintió una viscosidad extraña, de una manera delicada giro al magullado gato sobre si mismo y pudo observar con perfecto detalle una herida que se abría en su vientre.
Ah!... ¿Quien mierda te hizo esto?...No fue un perro.-Su entrecejo se arrugo manifestando una expresión de enojo a la vez que suspiraba.-Al fin y al cabo los seres humanos somos la especie mas peligrosa sobre el planeta, pobre pequeñito.
Un débil maullido escapo de el hocico del animal, un estremecimiento recorrió la espalda de la joven.
Llego la hora.-Sentenciaba a la vez que continuaba acariciando el torso del gato.-Que forma de morir tan horrible…
-Je, créeme, existen peores…
Ella levanto la vista y volteo a mirar atrás, justo detrás de ella se hallaba de pie un muchacho que observaba al gato fijamente de la misma manera que ella lo hacia momentos antes, no lo había sentido llegar, no sabia cuanto tiempo llevaba el ahí, el se acerco un poco al animal sin dignarse a verla siquiera.
-¿Qué harás?-pregunto ella.
-Mmm, lo único que queda por hacer.-Una sonrisa se dibujo en su rostro.
-¿A que te refieres?
Ella observo como el levantaba su pie alrededor de unos 50 centímetros por encima de la cabeza del animal y como repentinamente descargaba con fuerza un pisotón sobre esta.
Un maullido traspasado por pequeñas corrientes de sangre y convulsiones se dejo oír en la desolada calle, ella que aun seguía acuclillada junto al gato pudo ver con claridad la cabeza aplastada y sangrante. A duras penas logro reaccionar.
-¿Qué hiciste imbécil?-Grito al incorporarse y al verlo a la cara mas detalladamente, pudo ver el color de sus ojos, uno era de un rojo intenso mientras el otro conservaba el negro que estos poseían por naturalidad, su mejilla izquierda tenia una cicatriz en forma de cruz, llevaba puesta una camiseta negra, una chaqueta con motivos militares, un jean negro desteñido y unos tenis igualmente negros, estos últimos se habían manchado de sangre por el repentino ataque y le añadían un toque aun mas siniestro al joven que no aparentaba mas de 18 o 19 años de edad.
-Lo ayude, eso hice.-dijo sonriendo.
-Pues vaya joda de ayuda!
-Je, un gato es un gato…-Pronunciaba a la vez que la sonrisa se esfumaba.
-Una vida es una vida entonces!
El la observaba interesado, se fijaba en su cabello, volvió a sonreír.
-Que yo sepa a los emos no les importa la vida.
-Ah ya veo…es eso…no estereotipes conmigo, no formo parte de esos idiotas falsos que se cortan las venas por cualquier cosa.-Ella ya no lo soportaba un minuto mas, pero sentía que debía dejar en claro las cosas antes de irse.
- Yo si valoro la vida, aunque por lo que veo tu no lo haces.-Ella era efectivamente emo, solo con ver su cabello largo y cuyo capul cubría el ojo izquierdo de una manera disimulada y a las vez coqueta, la blusa negra y falda a cuadros con motivos negros y rojos bastaba para darse una idea del tipo de persona que era.
-Ya te lo dije tristona, un gato es un gato, ahora vete o te hare a ti lo mismo.
-Atrévete a tocarme.-Pronuncio en un tono retador mientras lo observaba fijamente a los ojos. El volvió a sonreír. La calle aun se hallaba desierta a excepción de las tres figuras y unas cuantas aves en los arboles, todo empezaba a tomar el color anaranjado que proporcionaba el atardecer.
-Que determinación…bueno…no te has fijado pero sigue con vida.
-No me mientas, lo mataste.
-Yo que tu no me afligiría mucho por gatos sarnosos, pero esta bien…-Se acerco y lo removió con la punta del zapato, al hacerlo el animal maulló lastimeramente.- ¿Lo ves? El maldito sigue vivo.
Ella se acerco incrédula. El animal sangraba pero seguía con vida, aun después de un pisotón como el que recibió, ella lo cargo en brazos queriéndolo proteger de otro ataque, no le importo manchar su blusa favorita con la sangre extrañamente espesa.
-¿Te quedaras con el?
-Si eso hare.-Por algún motivo ella dejo de sentir la tensión que rondaba al muchacho.
-Mmm…esta bien, puedes quedarte con el, igual sus días están contados.
-No necesito tu autorización para quedarme con el y ya veremos si su días están contados.-Sentencio mientras se daba media vuelta dispuesta a marcharse a casa, ya había tenido suficiente de esa charla extraña.
-Ya veremos Jun, ya veremos…
-¿Cómo me llamaste?-Se giro bruscamente para ver al joven desconocido, pero este ya se había marchado.- ¿Cómo diablos conoce mi nombre sin yo conocerlo a el?-pensó.
El atardecer había llegado a su fin y la noche comenzaba a bañar todo en negrura, sintió un miedo que calaba su pecho, observo al destrozado gato que se removía en sus brazos.
Mejor larguémonos de aquí pequeño.-Dijo a la vez que se daba media vuelta y se marchaba presurosa a casa, a la vez las aves en los arboles levantaron vuelo y se perdieron en la inmensa oscuridad y el gato dio un débil maullido.
Capitulo #2
- Spoiler:
Líos en la Veterinaria…
La negra noche ya cubría toda la ciudad, las calles se hallaban iluminadas por austeros faroles que desprendían una tenue luz blanca, además estas estaban extrañamente totalmente desoladas y silenciosas, solo la silueta de una joven y sus pisadas presurosas rompían aquel eslabón de soledad, silencio y luz.
Jun aun llevaba en brazos al gato y el miedo en su pecho aun no se desvanecía, había decidido ir a la tienda veterinaria antes de llegar a casa, sabia que el animal no sobreviviría hasta el dia siguiente en esas condiciones aunque ya hubiera cesado de sangrar a borbotones.
-Tranquilo pequeño, ya casi llegamos.-Pronuncio a la vez que giraba hacia la izquierda en la esquina en la avenida central, camino 3 casas más hacia adelante y encontró por fin la tienda veterinaria, la cual para suerte de Jun se encontraba sin un cliente. Entro presurosa y se dirigió a la primera asistente que vio en recepción, la cual estaba dando la espalda a la puerta mientras observaba totalmente concentrada la telenovela de las 7:30 pm en un televisor ridículamente pequeño que había instalado probablemente ella misma para distraerse en las horas fofas del trabajo.
-Buenas noches señorita, ¿todavía ahí servicio?
-Si señorita, ¿Qué necesita?-Dijo la asistente sin apartar la vista del televisor
-Encontré este gato medio muerto en la calle, esta muy herido, pero creo que puede salvarse…
-Si se salva o no, eso solo lo decide el jefe.-Sentencio sin siquiera ver al pobre animal, un maullido agudo resonó en la sala de recepción e hizo que la asistente por fin se dignara a prestarles un poco de atención. Jun pudo ver la etiqueta con el nombre de la asistente, “Dora Riles” se escribía con resaltada tinta negra.
-Por favor doña Dora, necesito que el veterinario lo vea urgentemente.-Dijo Jun en un tono que manifestaba un ruego obviamente fingido.
-¿Urgente?, ese gato no esta tan herido como para una urgencia, además el jefe esta ocupado en otro caso, ¿porque mejor no vuelves mañana?
Jun comprendió que Dora se estaba dando la tarea de sacarla de lleno y asi ahorrarse el papelerío que significaría perderse la novela, pero estaba decidida a hacerse atender fuera por las buenas o las malas ya que era la única tienda veterinaria que seguía abierta a esas horas de la noche.
-Si lo llevo a mi casa asi, no sobrevivirá a la noche, amanecerá muerto y… y…
-¿Y que?-manifestó en un tono cortante la asistente que ya tenía la paciencia totalmente colmada.
“Maldita puta, mira lo que me hiciste hacer…”-pensó Jun a la vez que se derrumbaba en el piso y comenzaba a llorar.
-¡¡¡Yo no quiero que se muera!!!-Lloriqueaba, mientras las lágrimas falsas dañaban la pestañina y sombras que se había aplicado en la mañana antes de salir a pasear y bajaban pasando por sus mejillas todas tres mezcladas en hilos acuosos de pigmentos negros, los cuales embarraban totalmente sus delicadas facciones y la hacían ver como un mamarracho extraño, en adición el gato comenzó a proferir enormes chillidos que parecían ser capaces de dejar sorda a cualquier persona que los escuchara.
-¡Jovencita cálmese en este mismo instante!-Sentencio la asistente al ver que el barullo proporcionado por la joven y el gato malherido aumentaba de nivel.
-¿Dora que diablos pasa ahí afuera?-La voz gruesa propia de un hombre resonó en la habitación continua a la recepción, la habitación del veterinario jefe. La enfermera tuvo un respingo por la sorpresa y solo atino a ver como la puerta se abría y el veterinario salía de la habitación con un gesto cortante en la cara.
-No pasa nada jefe, es esta jovencita que esta armando líos aquí.-Dijo a la vez que señalaba a la pobre Jun sentada en el piso con el cabello totalmente enmarañado y la cara manchada de cosméticos desechos por las lagrimas, el veterinario no vio entonces a una indefensa chica desesperada por obtener ayuda para su gato sino a una joven promesa de la locura, aun asi decidió acercarse cautelosamente a Jun la cual ya había dejado de proferir gritos y al gato que había cesado de chillar. Se acuclillo para verla frente a frente y le pregunto con un tono cariñoso pero a la ves reservado.
-¿Que necesitas señorita?
-Mi…mi gatito…herido…-Balbuceo.
-Ya veo…ven acompáñame a ver como lo curamos ¿quieres eso verdad?-Dicho esto tomo al gato entre sus manos dejando las de Jun vacías, pudo apreciar la delicada blusa negra totalmente manchada de sangre y se pregunto a si mismo como era posible que la asistente no le avisara de un caso asi de delicado, había cambiado su postura reservada a una de total entrega a complacer a esa chica que de solo verla en ese estado causaba pesar.
-Si…-dijo mientras se incorporaba.-Gracias…
-Dora, no mas citas por el resto del dia ¿ok?
-Si jefe, como usted diga.
El veterinario entro en la habitación con el gato en las manos, Jun que se había quedado atrás de el antes de entrar volteo a mirar hacia la asistente, esta al notarse observada frunció el ceño e inmediatamente Jun le saco la lengua en demostración de burla.
-Te gane anciana.-Pronuncio en un tono bajo apenas perceptible y entro en la habitación.
-Maldita mocosa.-Dijo Dora mientras sacaba una enorme bolsa llena de papeles de registro y empezaba a llenar los datos exceptuando momentáneamente el espacio reservado para escribir el nombre del animal y el de su dueño.
El miedo que Jun sentía por fin cesaba y era reemplazado por una relativa calma.
Capitulo #3
- Spoiler:
Sanación con sorpresa…
-A ver…veamos a este amiguito…-El veterinario deposito al gato sobre la mesa de operaciones y prosiguió a sedarlo con el contenido de una ampolleta que tenia en su gabardina, se volvió para observar a Jun.-Jovencita a la derecha ahí un baño con espejo, lavamanos y algunos peines, puede arreglarse, sin ofender pero parece usted una completa loca.
Jun se había olvidado completamente de cómo se veía y un has rojizo de pena atravesó de lado a lado su cara. Se dirigió al baño a la vez que le daba las gracias al veterinario, este ya se encontraba analizando el estado del pobre gato y realizaba cuantiosas anotaciones en un papel que había extraído con anterioridad de un pequeño gabinete situado al lado de la mesa de operaciones.
-Que interesante…-Pronuncio el veterinario a la vez que empezaba a suturar la herida del gato.
-¿Pasa algo malo doctor?-Pregunto Jun desde el baño mientras se lavaba la cara y se peinaba.
-Señorita… ¿el animal es suyo?
-Pues…lo encontré en la calle muy herido y decidí quedármelo ¿por?
-Eso explica que usted no sepa que no es un gato sino una gata… mmm
-Oh… ¿es una gata?, vaya.-Ella salía entonces del baño como nueva, la única diferencia era la ausencia del acostumbrado maquillaje que normalmente tenia, sin este tenia una apariencia alegre y juvenil, de por si Jun tenia 18 años, pero el maquillaje la hacia ver mucho mayor, el veterinario noto inmediatamente este cambio y solo atino a pensar que seria muy bella cuando mayor, siempre y cuando no se maquillara de esa forma.
El termino de suturar la herida en el estomago de la gata y sacando una bolsa del gabinete se acerco a Jun ofreciéndosela.
-Si efectivamente es una gata, tenga estos medicamentos, una pastilla en el alimento cada 24 horas, sigue asi hasta que se terminen, evítele movimientos bruscos por 2 o 3 días porque puede dañarse la sutura y vuelva aquí para retirarla dentro de 5 días , ¿entendió señorita?
-Si doctor, muchas gracias.
-¿Y que nombre le pondrás?, necesitamos un nombre que quede en el registro…
-Mmm…no he pensado en un nombre…
En ese instante la gata abrió por primera vez sus ojos y maulló con un tono de agradecimiento y somnolencia, el veterinario sonrió a la vez que Jun observaba atónita los ojos de la gata, no podía dejar de verlos, estaba totalmente abstraída por aquel color carmesí que destella en ellos.
-Gracias…
Esa palabra la hizo retornar y ver al veterinario que no había cesado de sonreír.
-¿De que me da las gracias doctor?
-¿mmm?...yo no he dicho nada jovencita, debe estar usted muy cansada y por lo tanto oye cosas.
Jun estaba segura de haber escuchado una delicada voz, como la de una mujer, pero percatándose de su estado de cansancio decidió optar por el echo simple de que estaba oyendo cosas, las mismas cosas que escuchaba desde pequeña al acercarse a ciertos animales, esos eran los tiempos en los que su madre al observarla simplemente bajaba la mirada y susurraba: “Esa no es mi hija…”, después le daba la espalda y se iba junto con su padre a pasear y ocupar las pocas horas del dia en las que este le permitía estar junto a el, mientras que Jun, pequeña e inocente se quedaba todo el dia en casa hablando con las aves enjauladas o el gato de los vecinos que lograba de algún modo colarse dentro de su hogar y convertirse en su única compañía. Este era un recuerdo doloroso y el motivo principal de su gusto por los gatos.
-Si, debe de ser…-Dijo mientras guardaba la bolsa con los medicamentos en un pequeño bolso que tenia y tomaba a la gata entre sus brazos.-Ahora que lo noto es bastante pesada…
-“Tú serás la gorda…”
Al escuchar esto Jun abrió mucho sus ojos y bajo la vista hacia la gata, esta miraba hacia arriba y fue asi como las dos miradas se cruzaron, el miedo volvió a aparecer en su pecho. Empezó a repetirse a si misma mentalmente: “Los tiempos de hablar con animales ya se acabaron, Jun solo estas cansada, solo eso, nada mas…”
-“Siiii…solo eso y nada más nena, solo eso y nada más, jejeje.”
Jun palideció, la voz provenía de la gata y como sucedía antes solo ella podía escucharla, el miedo en su pecho aumento y sus manos comenzaron a temblar, el veterinario se percato de esto y decidió despachar rápido a Jun para su casa y ahorrarse posibles líos, asi que la llevo a recepción donde Dora los esperaba ansiosa para poder completar por fin el papeleo molesto, el reloj de la pared señalo las 9:00 pm.
-Bueno señorita… ¿Al fin que nombre le pondrá al animal?-Dijo el veterinario preocupado por la repentina palidez de Jun.
-Ahh…mmm-Jun no podía responder se encontraba demasiado nerviosa como para hacerlo.
-Señorita ¿podría por favor apurarse?-Pronuncio Dora impacientemente.-Ya es hora de cerrar.
-“Vamos nena, di “Etna”…”
-Ahh…mmm.-Jun intentaba no escuchar la voz, pero no podía hacerlo.
-Solo dilo, vamos, di “Etna”…
-Señorita…
-“Ese es mi nombre, no me gusta otro…vamos dilo…”Etna””
Jun cedió a la presión y con dolor pronuncio la orden de la voz.
-Etna.
-¿Dijiste Etna?-Pregunto Dora tomando el lápiz para comenzar a escribir.
-Si, se llamara Etna…-Jun dijo para sus adentros: “¿Estas contenta?, ¿te gusta ese nombre verdad?”
-“Si, si ese me gusta, jejeje, muchas gracias…”
Dora escribió rápidamente “Etna” en el espacio que faltaba por llenar de la hoja de registro, mientras tanto el veterinario finalizaba una llamada por teléfono que había empezado a realizar momentos antes.
-Si, a la tienda veterinaria de la avenida Hellsenmeyer…si, justo esa, muchas gracias y buenas noches.-El veterinario colgó el teléfono y se quedo viendo a Jun y a Etna.
-¿Pasa algo jefe?-Pregunto Dora movida por el chisme.
-No Dora, no pasa nada. Solo llame a un taxi para la señorita.
Jun que se encontraba absorta observando a Etna tuvo un respingo al oír esto y levanto la mirada para ver mejor al amable veterinario.
-Mmm…perdón, pero creo que puedo llegar a casa a pie.
-No señorita, usted esta muy pálida, no correré el riesgo que se desmaye en estas calles solitarias y algo malo le suceda.
-No, yo puedo…
-¡No y no señorita! Se espera hasta que llegue el taxi a por usted, ¿quedo claro?
Viendo la determinación de veterinario y notando que se estado empeoraba Jun solo atino a pronunciar un débil “si, señor…”.
-“Oh, que tipo tan molesto… ¿Quién se cree que es para mandonearnos de esa manera?”
-Asi me gusta señorita, no se preocupe por el costo, yo mismo pagare todo, ¿le parece bien?-Pronuncio el veterinario a la vez que volvía a esbozar una sonrisa.
-Si señor, muchas gracias…
-“Huich, no seas pendeja, ¡¡¡mándalo al diablo!!!”
Jun intentaba no escuchar a Etna, cada palabra que esta pronunciaba en cierta forma le taladraba la cabeza y la hacia descomponerse en mareos súbitos y dolores en las piernas, los cuales la obligaron a sentarse en una silla plástica que se encontraba convenientemente cerca de ella. Etna que aun seguía en sus brazos comenzó a maullar suavemente y a lamerle el rostro.
-“Ya veo, estas fuera de forma…”
-“Etna, por favor no hables mas, me hieres…”
-“Si, tranquila debilucha, ya te iras habituando…”
-“Etna…por fa…”
-“Si, si…ya se, no abro mas el hocico por hoy…”
-“Gracias…”
-“De nada tonta…”
Capitulo #4
- Spoiler:
Noticias…
-¡Que tierna!-Exclamo Dora al ver lo que estaba haciendo Etna.-Apenas si te conoce y parece que ya te quiere mucho.
-Si, eso parece Dora.-Pronuncio el veterinario mientras se volvía a formar en su rostro su habitual sonrisa.-Los animales son realmente muy agradecidos hacia las personas que los cuidan, en ellos esta la única y verdadera amistad incondicional, mmm…
Al final de estas palabras aparecieron unos pequeños reflejos brillantes en los ojos del veterinario y su mirada se torno melancólica, recuerdos de un pasado solitario atravesaban su mente, se percato que a sus casi 40 años aun no conocía lo que eran las amistades sinceras.
-Jefe… ¿Esta usted bien?
Las palabras de Dora lo hicieron volver a la realidad, llevo su mirada hacia el rostro de su mas fiel asistente y con las mangas de la bata se enjugo las lagrimas que estaban apunto de salir.
-Perdón Dora…es que…creo que me e puesto…sentimental…
-Lo entiendo jefe, tranquilo…
-Bueno… ¿Qué pasara que se demora tanto el taxi?
Era obvio que decía esto queriendo desviar el tema hacia la partida de Jun, Dora dándose cuenta de esto decidió seguirle la idea a su a su querido jefe. Dora lo conocía bien, lo conocía hace 10 años, tiempo suficiente como para conocer lo suficientemente bien a alguien en la mayor parte de sus aspectos de personalidad. En el fondo de su corazón Dora se había enamorado de ese hombre serio pero a la vez cariñoso que era su jefe.
-No lo se jefe, ya debería de estar aquí…que raro…
-Enciende ese aparatejo que trajiste, a ver si sirve más que para ver telenovelas…
-…Si, señor.
Dora encendió la pequeña televisión y comenzó a buscar el noticiero de las 9:30 pm, el veterinario se volvió hacia donde estaba Jun, observo como Etna dormía ahora en sus brazos y el rosado de sus mejillas había vuelto a aparecer y agraciaba mas su rostro, en sus ojos cenizos los cuales veían al pequeño animal se podía leer perfectamente una expresión de ternura, mientras que sus delicados labios formaban una fina sonrisa. Era una escena extraña pero adorable, ver a una joven con la ropa manchada de sangre observar a una gata negra que yace dormida entre sus brazos, el veterinario volvió a repetirse a si mismo y juro que Jun seria increíblemente hermosa cuando mayor, entonces decidió, aun contra sus propios deseos de admirarla por mas tiempo, llamar su atención y preguntarle su nombre.
-Señorita…-dijo a la vez que movía su mano izquierda para llamar la atención de Jun.-Creo que no me has dicho tu nombre…
Jun levanto la vista y mirando al veterinario pensativo solo respondió:
-Jun.
-¡Hay! ¡Cierto!, que despistada soy, no escribí tu nombre en el registro.-Exclamo Dora a la vez que tomaba presurosa el lápiz y garabateaba rápidamente en la hoja “Jun”.- Ahh…
¿Jun…que?
-Solo Jun…
-¿Solo Jun?...Debes de tener apellidos jovencita…
-No, no los tengo…prácticamente…soy huérfana…-Estas palabras le traspasaron la garganta de una manera dolorosa y sintió una increíble presión en el pecho que la dejo casi sin aliento.
-Hummm…ya veo…-Dora comprendió que era un tema doloroso y decidió dejar el aspecto de los apellidos de aquella jovencita por lo llano.
El silencio se instalo en la sala, solo era cortado a momentos por las voces perdidas en la televisión, en ese instante Etna ronroneo suavemente.
-Je!!!...vaya gatita dormilona la que tenemos aquí!!!
-Si, asi es…
-Jun, debes prometerme que la cuidaras bien.
-Si señor, je la cuidare mucho…
El veterinario se hallaba cada ves mas encantado con la cambiante personalidad de Jun, de alguna manera estaba viendo en ella a la hija que no tenia, sabia que era un hombre débil frente a las mujeres, poseía un gran respeto por estas. En cierta forma admiraba a Dora en secreto, pero su posición de jefe era importante y no podía darse el lujo de darse confiancitas con su mejor ayudante.
-Eh, Dora… ¿Aun no empieza el noticiero?
-Si, acaba de empezar, están dando los avances jefe…
-Y... ¿que? ¿Han ya hablado del transito?
-Es el informe que viene a continuacion jefe, acérquese a ver.
El veterinario y Jun se acercaron para ver las noticias, Etna se despertó en ese momento.
-“¿Que no puedes quedarte quieta y dejarme dormir?”
-“…Perdón, yo…solo…”
-“Si, si, como sea, no me des explicaciones…”
-“Mmm…”
-“Suficiente tengo con estas suturas y ¡¡¡ahora no me dejas dormir!!!”
-“Ya te dije que perdón…”
Etna se quedo viéndola a los ojos, sus ojos poseían una expresión que no era propia de un animal, Jun sentía como si esos ojos rojos le atravesaran el alma, el aliento empezaba a cortársele, no podía tragar saliva además sintió el cuerpo terriblemente pesado, entonces quiso correr, huir de esa gata extraña, pero sus piernas no respondían a sus ordenes.
-“¿Porque quieres huir Jun?”
-“…Yo…yo no…”
-“Pensé que me querías Jun… ¿Acaso no me quieres?”
-“¿Tu…tu que eres?”
-“Ahh… ¿es eso lo que te incomoda?...Jejeje…Ya te lo diré luego…”
-“¿Eres una gata o no?”
-“Achh…preguntar mucho te hace vieja rápidamente…mmm…no, no soy una gata, ahora no mas preguntas por hoy, ¿ok?”
Jun asintió tímidamente y con un enorme manojo de nervios sostuvo la gata entre sus brazos contra su propio pecho. Sentía una extraña curiosidad por saber acerca de ese ser que sostenía en sus brazos, pero esta curiosidad venia acompañada de un miedo que le recorría la espalda.
-“Mmm…tu pecho…esta tibio…que rico…”
Las mejillas de Jun se tornaron rosadas al oír estas palabras, a la vez Etna volvía a ronronear placenteramente.
La imagen de una mujer apareció en el pequeño televisor de Dora, las 4 figuras se dispusieron a prestar atención a las noticias, pero lo que escucharon los dejos atónitos mientras se veían las caras llenas de asombro. Ruidos ensordecedores colmaron la calle a la vez que figuras humanas corrían de un lado a otro sin control. La noticia volvía a repetirse en sus oídos.
“Motociclista es perseguido por dos enormes perros en avenida Hellsenmeyer. La situación es critica debido a las numerosas colisiones entre vehículos que se han generado en toda la ciudad, la policía a sido repelida por los tres sujetos, todo el trafico se encuentra detenido hasta que el caso sea resuelto, se pide a las personas entren en sus hogares por el elevado nivel de peligrosidad que estos poseen, en adición la policía solicita que la ciudadanía apague todas las luces de sus casas.”
Dora se levanto rápidamente y apago la luz de la veterinaria, mientras el veterinario y Jun bajaban todas las persianas, Jun corrió con uno de sus dedos una de las pestañas de la persiana para ver lo que pasaba afuera, lo que vio fue solo desorden, caos y fuego.
-¿Como rayos pueden ser peligrosos dos perros grandes y un motociclista jefe?-pregunto Dora con un tono de preocupación y miedo.
-No lo se Dora…no lo se…
Las cuatro figuras se quedaron en silencio mientras oían el sonar de numerosas sirenas y poderosos ladridos, asi como también escuchaban el sonar del motor de una moto y una enorme cantidad de disparos a la distancia, Etna dio un respingo sobresaltada.
-“¿Sera el?”-Pronuncio la gata en voz baja.
Jun solo bajo la mirada para ver como Etna intentaba ver a través de la persiana, un miedo atroz le calo el pecho a la vez que su mente era inundada por una enorme confusión y preocupación, pero también de una enorme curiosidad sobre lo que estaba sucediendo fuera lo que fuera.
Capitulo#5
- Spoiler:
Perros…
Su mirada seria se clavaba en las dos figuras frente a el, un hombre y una mujer, ambos jóvenes le devolvían la mirada mientras sus labios se curvaban en una sonrisa mientras hablaban. El sol se había ocultado y en aquel bosque la oscuridad solo era atravesada por la luz que emitía la farola de la moto y tenues haces de luz lunar que se colaban entre la maraña de nubes en el cielo. Sus oídos se negaban a aceptar las palabras de aquellos dos individuos a la vez que sus ojos resplandecían de un color rojo brillante.
-¿Están seguros de lo que están diciendo?- Su voz pretendía ocultar la preocupación que comenzaba a sentir, eran malas noticias y el ya tenia varios problemas sobre sus hombros como para algo asi.- ¿Son palabras de Ephraim?
-Si, estamos seguros de lo que te decimos.
-Pero no son palabras de Lord Ephraim…-Interrumpió ella mientras volvía a sonreír.
-¡¿A que te refieres con que no son palabras de Ephraim?!- Pregunto mientras su voz subía de tono, una mueca de disgusto revelo sus dientes que resplandecieron bajo la luz que empezaba a atenuarse.
-Jejeje…lo que oíste…
-No son palabras de Lord Ephraim, son de su sucesor…
-¿Sucesor?... ¿En que momento La Jauría tuvo sucesión de mando?
La pareja torno a verse la cara y la sonrisa volvió a dibujarse en sus rostros, seguidamente subieron sus miradas hacia el cielo nocturno para entonces clavar sus ojos en la luna llena que comenzaba a salir desde detrás de las oscuras nubes.
-Ya has recibido el mensaje de nuestro Lord.
-Ahora… debemos continuar con nuestra misión… ¿verdad hermano?
Al escuchar estas palabras el subió en la moto y acelerando rápidamente empezó a alejarse de aquella pareja de hermanos que aun seguían viendo a la luna.
-¿Era el individuo correcto hermano?
-No lo se, pero ya lo averiguaremos… creo…que podemos aprovechar y saciar nuestra hambre mientras lo averiguamos… ¿No crees hermana?
-Me gusta la idea…igual ya no debemos preocuparnos por ocultarnos…
En esos instantes las nubes volvieron a ocultar la luna, los hermanos bajaron la mirada mientras que la oscuridad y las ramas de los arboles se los tragaban.
La luz de la moto ya solo era un minúsculo punto a la distancia, su conductor clavaba la mirada en la ciudad que se divisaba a lo lejos, una mueca de preocupación se marcaba en su boca mientras pensamientos caóticos corrían en su mente.
-Si es verdad lo que dijeron, debo encontrarla antes de que sea demasiado tarde…
Las luces de la ciudad empezaban a hacerse más grandes, aumentando la velocidad, unas palabras sonaron en sus oídos a la vez que una figura se formaba en su mente, solo un recuerdo, la mueca de angustia se desvaneció para convertirse en una sonrisa.
“Pensar con angustia hace que las ideas sean torpes e insulsas…”
-Hummm…-Suspiro profundamente.-Para completar… también tengo que encontrarlo a usted maestro…achh… ¿Cómo diablos pudo perderse también?
Un letrero al lado de la vía resaltaba con gastadas letras brillantes la distancia faltante para llegar a la ciudad, los arboles comenzaban a escasear, y daban espacio a un mar de pasto seco por la inclemente temporada de calor, aun asi la noche poseía una brisa suave y fría.
El había empezado a calmarse y a disfrutar de aquella brisa cuando la oscuridad que segundos antes al haberse fundido la farola de la moto se había instalado como completa dueña de todo lo que lo rodeaba se vio desplazada por una luz grisácea que lo ilumino todo.
La luna había salido por completo de entre las nubes y el temor invadió el corazón del motociclista al escuchar un poderoso aullido que se perdía en las inmensidades de aquel bosque que acababa de abandonar.
-¡¡¡Demonios!!!-Exclamo mientras aumentaba al máximo la velocidad que aquella moto podía brindarle.
Un nuevo letrero apareció fugazmente, asi como también lo hizo una patrulla de policía que al iniciar la persecución hizo sonar en el silencio reinante una poderosa sirena que destellando iluminaba tenuemente a la sombra oscura que huía presurosa.
-Deténgase a un lado de la vía, por favor...-Una voz femenina provenía del megáfono.
La oficial tomo el radio comunicador y con un tono de voz que reflejaba fuerza y seguridad en si misma se comunico con la central de policía.
-Patrulla 113 a central, respondan.
Otra voz femenina se oyó al otro lado de la línea, una voz más suave y parsimoniosa que revelaba que su dueña se encontraba prácticamente dormida.
-Aquí central, ¿que sucede?
-La oficial Norigan al habla, tengo un 067 en la avenida interestatal, solicito refuerzos.
-¿Refuerzos para un 067?...-La interlocutora se quedo en silencio pensativa y después de unos segundos respondió.- ¿Que le pasa a ese caballo esta desbocado o que?
-¿Caballo?...¡¡¡Despierta Ana!!! , ese es un 047.-Gruño la oficial mientras apretaba los dientes con rabia.
-¡Hay, cierto!... Un motociclista a alta velocidad.- El susto a causa del regaño había espabilado a la interlocutora.-Dame las características…
-Mmm…Es una motocicleta Harley Davidson de color negro, probablemente es la que fue robada hace tres días en Maine…No tiene placas…
-Aja… ¿el conductor?
-El sujeto es de estatura promedio, por lo que alcance a ver…joven…alrededor de 20 años, cabello corto, no se como es su tez, lleva puesto una chaqueta de jean color…verde…verde oscuro, camiseta negra, blue jean y zapatillas.
-¿No puedes especificar mas?
-Es todo lo que puedo ver Ana, ¡aquí esta todo muy oscuro!
-Ok… ¿Dirección?
-Hacia la ciudad por el sur, unos 4 kilómetros de distancia…
-Ok, enviare los refuerzos, mantente en contacto por cualquier irregularidad.
-Recibido, cambio y fuera.
La oficial acelero y logro ponerse lado a lado al motociclista, a través de la ventanilla mostraba su placa de oficial con una mano mientras conducía con la otra, intercalaba su mirada revisando al motociclista para luego asegurarse de todo seguía normal en la vía.
-Oficial de policía de North Canon. Le ordeno detenerse a un lado de la vía.
-…
-Deténgase es una orden.
-…no…
-Es una orden.-Repitió la oficial con una mueca de rabia.
-…no…
Al ver que sus palabras no eran acatadas, arrojo la placa al asiento del copiloto, volvió a tomar el radio comunicador y elevando su tono de voz pretendiendo ser oída por el motociclista dijo:
-Patrulla 113 a central, respondan
-Aquí central, ¿pasa algo mas Norigan?
-Si, el sujeto se rehúsa a acatar las ordenes, además parece ser peligroso prepara los refuerzos para ataques repentinos.-Una sonrisa apareció en el rostro de la oficial a la vez que observaba al motociclista.
-Roger, los refuerzos ya están en la entrada de la ciudad y se están armando. ¿Distancia?
-2 kilómetros de la entrada principal…
-OK, roger, cambio y fuera.
Volvió a mirar hacia el motociclista, el cual también la observaba.
-Detente ahora y te ahorraras problemas.
-Si lo hago, moriré…
-¡También morirás si no te detienes!
En ese momento el motociclista giro su cabeza repentinamente para mirar hacia atrás, la expresión de asombro que se formo en su rostro llamo la atención de la oficial que decidió ver por el espejo retrovisor, lo que vio deposito un grito en garganta, pero este fue ahogado inmediatamente.
Dos enormes figuras similares a perros corrían tras ellos a una velocidad impresionante, en segundos los habían alcanzado y los seguían gruñendo y enseñando unos dientes filosos. El motociclista los observo a los 2 y retornando su vista al frente diviso la barricada echa por los autos de policía y los oficiales que a lo lejos les apuntaban con sus armas.
-Creo, que ya da igual todo….-Pronuncio a la vez que se mordía el labio inferior.-Entonces se dirigió a la oficial Norigan.
-¿Dijiste que yo era peligroso verdad?...
La oficial solo lo miro con una expresión de terror, las dos enormes criaturas volvieron a mostrar los dientes en una especie de sonrisa malévola.
-Je.- Una sonrisa se esbozo en sus labios.
Inmediatamente tensiono los brazos en el volante y jalando su cuerpo hacia atrás levanto la llanta delantera de la moto, repentinamente la llanta trasera se envolvió en un fuego que cubrió toda la moto y a su conductor, pero estos no se consumían, de echo el conductor seguía esbozando una sonrisa maniática.
El radio del auto policial se encendió y una canción estruendosa retumbo en los oídos de Norigan a la vez que en el aire explotaba una grito orgulloso.
-¡¡¡Pues hiciste bien en decirlo!!!
De la garganta de la agente solo se emitió un grito lleno de pánico y el auto fue a dar de frente contra un árbol, Norigan había perdido el sentido.
Las dos criaturas siguieron corriendo hasta ponerse a ambos lados del motociclista, la llanta delantera volvió a tocar el asfalto mientras la velocidad aumentaba, un aviso de alarma sonó en la barricada policial y una lluvia de disparos invadió el aire.
Era muy tarde, la motocicleta colisiono con una fuerza impresionante dos de los autos policiales y los elevo por los aires, estos cayeron envueltos en llamas encima de varios autos mas, las otras dos criaturas saltaron por encima evadiendo lo poco que quedaba en pie de la barricada y continuaron persiguiendo al motociclista, a sus espaldas un estallido aniquilaba varias vidas y el fuego empezaba a propagarse por el pasto seco.
Entonces otro grito gutural se escucho proveniente del motociclista:
-¡¡¡Os voy a matar perros sarnosos!!!
A la vez las criaturas volvían a mostrar sus colmillos como si se rieran interiormente de lo que sucedía.
-¡¡¡Y nosotros te mataremos a ti peste!!!
Las luces de la ciudad estaban frente a ellos, la gente al verlos empezó a correr y gritar desordenadamente, el temor se instalo como rey total de los corazones de los pobladores de aquella ciudad en segundos, los autos que no eran impactados por el motociclista eran impactados por otros autos mas, helicópteros empezaron a surcar los cielos para seguir desde el aire a las 3 criaturas, a la vez que varios autos policiales los empezaron a perseguir disparándoles sin discreción alguna.
North Canon había dado un paso más hacia el infierno.
agradesimiento- Spoiler:
- agradesco sinseramente que alla compartido conmigo esta historia
y que ahora la pueda compartir con ustedes
continuara...
eso espero
Última edición por caos_final el Sáb Sep 11, 2010 9:59 am, editado 1 vez (Razón : por que no se notan las letras u_u)
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